La primera tarea del analista digital
Tan obvia que en ocasiones es pasada por alto, la primera tarea del analista digital dentro de una empresa debe ser conocerla. Entendiendo ‘conocer’ como un concepto demasiado amplio, para explicarlo, separaré entre dos realidades:
1. Entender el ecosistema de la empresa.
El analista digital debe ser una ‘esponja’ capaz de absorber la información que le llega desde los diferentes agentes de la organización en la que trabaja. Hablamos de conocer los recursos tecnológicos con los que cuenta la empresa, las características de sus clientes, los motivos que llevan a estos a consumir los productos, las condiciones del mercado en el que se mueve, quiénes son sus principales competidores, etc. En definitiva, el analista debe recoger toda la información que esté en su mano y generar una foto completa de todo aquello que hace que la organización sea como es.
Así como el analista digital debe tomar nota de todo lo que pasa alrededor de su empresa, también debe fijar la mirada dentro de ella. Es esencial escuchar a cada uno de los usuarios de la información de los diferentes departamentos, y entender sus necesidades, para poder darles la respuesta más adecuada. Podría ocurrir que el propio usuario realice una petición de información que no va a resolver sus dudas, el analista debe estar atento, intervenir y recomendar el tipo de análisis que aporte más luz, que apoye de manera eficaz la toma de decisiones. Para conseguir todo esto la clave es, de nuevo, algo bastante lógico pero que, a veces, nos cuesta llevar a cabo: escuchar.
2. Saber representar la misión de la empresa mediante datos y materializar su visión en métricas que aborden posibles necesidades de análisis futuras.
No estamos suponiendo que el analista posee una bola de cristal mágica o poderes clarividentes que le ayudarán a predecir decisiones futuras en la organización. Lo que estamos suponiendo es que el analista ya domina lo abordado en el punto 1 y conoce la organización en la que trabaja como la palma de su mano. Esto puede llevarle tiempo dependiendo del tamaño de la organización y de las facilidades para acceder al conocimiento dentro de esta pero, llegados a este punto, el analista digital lo ha conseguido.
Lo que el analista debe hacer es pensar más allá de la métrica inicial, de lo básico, de lo que la empresa necesita conocer ahora y dejar la puerta abierta a la implementación de la medición para, en el futuro, poder añadir nuevos eventos y variables, integrar diferentes herramientas de análisis, poder crear nuevas métricas, ratios, dashboards… Hablamos de pensar en cómo podrían evolucionar las necesidades de información de la empresa y saber que, cuando ocurran, nuestro sistema de medición digital podrá hacerse cargo de dar las respuestas oportunas.
Un ejemplo podría ser el de todas aquellas organizaciones que comenzaron ofreciendo sus productos a través de una web pero que ahora reciben la mayor parte de sus ventas a través de una app y necesitan contar con los datos de ambas plataformas integrados.
En conclusión, llevando a cabo la acción de ‘conocer’ el analista digital aportará un importante valor a la empresa. No será un mero canal de información sin utilidad definida, será un verdadero apoyo a una toma de decisiones correcta que mueva con éxito el rumbo de la empresa.
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ELENA DURÁN
Analista Digital y antigua alumna del Programa Superior de Analítica Digital
IDMS School de MSL Formación
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